¡Toda la verdad sobre la medicina natural!
Se trata de una ciencia ancestral, con más de 7.000 años de historia, cuyos principios se basan en la utilización de recursos procedentes de la naturaleza para el tratamiento de ciertas dolencias.
Este tipo de medicina se centra en la utilización de miles de sustancias de origen vegetal, animal y mineral, que nacen en nuestro entorno más próximo, para curar numerosas patologías. Sin embargo, su efectividad continúa originando numerosas críticas. De hecho, son muchos los escépticos que cuestionan su eficacia entre los que cabe resaltar el colectivo de científicos y facultativos, que la califican de ‘ineficaz e insegura’.
Sus orígenes
El nacimiento de la fitoterapia tiene origen en la antigüedad. Desde tiempos remotos y en todas las culturas, los hechiceros y chamanes utilizaban las plantas medicinales para sanar a nuestros antepasados, en medio de ritos y costumbres ancestrales. Así, se aplicaba a los enfermos baños de vapor medicinales, baños de sol, agua y barro y se les administraba infusiones terapéuticas, entre otras prácticas curativas.
Hipócrates, considerado el padre de la Medicina, se erigió como el máximo representante de la historia de esta disciplina. Fue un auténtico naturista que no dudo en afirmar que “la salud se merece, se gana y se defiende día tras día con métodos previstos por la naturaleza, y no por medicamentos”. Su fe en los beneficios de la madre Tierra le llevó a desarrollar numerosas teorías como la de los ‘cuatro humores’ (sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema), que se sustenta en el equilibrio del organismo a través de los cuatro elementos básicos de la vida: tierra, agua, fuego y aire.
¿Falta de efectividad o intereses económicos?
Los defensores de la medicina alternativa se atreven a señalar responsables de su desprestigio. Ellos confirman la existencia de grandes intereses económicos por parte de las compañías farmacéuticas que, según aseveran, se benefician de la imposibilidad actual de patentar compuestos naturales que son realmente asequibles ya que no les resultaría rentable competir con los precios de los compuestos provenientes de la naturaleza.
Pero a pesar de los avances de la medicina farmacéutica y del recelo de algunos hacia la medicina natural, el porcentaje actual de personas que confían en esta terapia va en aumento. Así, más de la mitad de la población y buena parte de los enfermos crónicos cree en sus resultados y aseguran que, al menos una vez en su vida, han recurrido a los remedios naturales para conseguir el alivio o curación de determinadas enfermedades.
Además del apoyo de buena parte de la población, sus beneficios también son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud, que, al mismo tiempo, alerta de las posibles reacciones adversas que puedan surgir al combinarlos con otros fármacos.
El documento ‘Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2002–2005’ confirma la progresiva popularidad de los métodos alternativos desde finales de la década de los 80 y principios de los 90. Explica, además, que algunos países en desarrollo y en vías de crecimiento están promoviendo de forma activa el uso de plantas medicinales para la atención sanitaria. De este modo y paulatinamente, muchos gobiernos trabajan en el desarrollo de políticas de regulación y legislación de productos naturales.
Más ventajas que inconvenientes
La medicina natural ofrece numerosos beneficios. ¿Sabes cuáles son los más relevantes? ¡Fíjate!:
- Resulta menos agresiva para el organismo, ya que al ser natural es más fácil de asimilar y eliminar.
- Tiene en cuenta al enfermo como un todo, reconociendo la relación entre todos los órganos del cuerpo y no de una parte independiente. Por ello, incentivan el bienestar general del organismo en vez de combatir una única dolencia.
- Se utiliza como método preventivo al poder recibir tratamiento antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad.
- Su coste es mucho más económico que la convencional, porque en este caso no es necesario pagar el precio de la patente ni las investigaciones en el laboratorio.
Sin embargo, aunque priman las ventajas, la medicina natural también cuenta con ciertos inconvenientes, tales como:
- Falta de eficacia inmediata ante un problema grave.
- Aparición de efectos secundarios desconocidos debido a la ausencia, en muchas ocasiones, de controles de calidad.
- Falta de rigor en la ingesta. Al no estipularse una dosis concreta, el usuario ignora si su administración es la correcta así como si la cantidad es la adecuada.
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